Las nuevas maneras de consumir información a través de la redes sociales y de las diferentes plataformas digitales proponen un desafío permanente para conectar con las audiencias. Propuestas con estilos innovadores y creativos capaces de captar la atención de los usuarios son las que se imponen ante los espectadores que cada vez están menos predispuestos a dedicar minutos de su tiempo y concentración a formatos y contenidos que ya no los atraen. En los vídeos animados los iconos y objetos cobran vida y, con la ayuda de una música adecuada o efectos sonoros, generan emociones, por eso son una herramienta muy eficaz para conquistar a la audiencia y lograr presentaciones tan eficaces como didácticas y divertidas.
Así que, si tu estrategia de vídeo marketing está centrada en ponerte frente a la cámara para explicar las características y los beneficios de tus productos o servicios porque crees que otros tipos de vídeo no están a tu alcance quizás este post pueda hacerte cambiar de opinión. Aquí descubrirás las posibilidades y las ventajas que te ofrecen los vídeos animados para conectar con tu audiencia.
5 motivos para crear vídeos animados
1. Resuelve la falta de presentadores y actores
Uno de los obstáculos más comunes para crear vídeos corporativos es la incomodidad que la cámara genera en algunos emprendedores o profesionales para explicar o dar a conocer lo que ofrecen. Esta situación suele denotar falta de naturalidad y provocar dudas en el discurso que son percibidas por la audiencia y, por lo tanto, restan capacidad de persuasión al mensaje.
Si no estás a gusto cuando se enciende la luz de rec, la creación de personajes a través de motion graphics es una gran solución. Ellos no sienten presión para actuar y, de manera innovadora y creativa, pueden ser muy eficaces para conectar con tu público objetivo.
2. Tu creatividad no tiene límites
Con los vídeos animados no tienes límites para tu creatividad, puedes contar con el escenario que más te apetezca y disponer de las capacidades físicas que necesites para crear una gran experiencia visual para los usuarios, conseguir esto con un vídeo de acción en vivo solo está al alcance de las empresas que pueden disponer de un gran presupuesto.
3. Los cambios de escenas son más sencillos
La necesidad de filmar una nueva escena para reemplazar la de un vídeo en vivo suele conllevar grandes esfuerzos de producción y edición, además de la dificultad de garantizar la precisión en cada uno de los detalles que integran esa escena. Pequeñas diferencias en el escenario o en el vestuario pueden ser captados por el espectador y generar su distracción.
En cambio, en los vídeos animados cualquier actualización o cambio en el contenido se resuelve de manera más sencilla y con la garantía de mantener de la misma manera cada detalle del vídeo.
4. Los números se vuelven más atractivos
Los datos estadísticos y las cifras sustentan los discursos, pero cuando se transmiten de manera oral son difíciles de retener. Los números en imágenes tienen mayor capacidad de persuasión y con los recursos que ofrece la animación pueden resultar mucho más atractivos aún. Una infografía animada facilita su interpretación y es una herramienta muy eficaz cuando hay muchos números para destacar.
5. Facilita la comprensión
Si una imagen vale más que mil palabras, cuánto valen las imágenes animadas, sobre todo cuando se las utilizan para explicar conceptos abstractos o procesos complejos, que es donde sacan a relucir su capacidad didáctica. Con la animación puedes dar vida a los objetos y a las ideas más extrañas, incluso transmitir emoción para humanizarlas.
Lánzate a crear vídeos animados, hay herramientas intuitivas y muy fáciles de usar para comenzar a experimentar. Si aún no te atreves o tienes algunas dudas, en Ikusee, productora de vídeo marketing, te podemos ayudar.